Amanecer nublado en la Tierra, queridos drugos, y otra joya de culto para despedir esta gris primavera: La tumba de Ligeia, de Roger Corman. Última de sus adaptaciones cinematográficas de los relatos de Poe, tras títulos tan imprescindibles e inolvidables como La caída de la Casa Usher ( seguramente el cuento que más veces he leído en mi vida ), El pozo y el péndulo, El entierro prematuro o La máscara de la muerte roja, La tumba de Ligeia es un epílogo al ciclo de lo más inquietante y sombrío: necrofilia y reencarnación, voluntad que no muere, abadías en ruinas, secuencias oníricas y psicodélicas, amor más allá de la muerte, ambiente gótico y decadente y un Vincent Price memorable y grandioso... Toda la fuerza emotiva y dramática, malévola y ensoñadora de la Ligeia de Poe, es trasladada por Corman a la pantalla grande con una elegancia lánguida y enfermiza que recrea a la perfección la atmósfera de locura, incienso y opio del cuento. Un film obligatorio para los amantes del género, sin lugar a duda, y uno de los trabajos más sugerentes de nuestro admiradísimo Roger Corman. Para videar recostado en el sofá con la puesta de sol de cualquier tarde lluviosa. v.
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