Jean Rollin, director francés muy poco conocido en nuestro país, rodó durante los años 70 del pasado siglo un buen número de fascinantes películas de culto que hoy son pequeñas joyas del género psicotrónico y fantástico: Desnuda entre las tumbas, Requién por un vampiro, La muerta viviente, o la que hoy os recomendamos, El amanecer de los vampiros. Muy en la línea de nuestro queridísimo Jess Franco, aunque mucho más elegante y esteticista, Rollin conjuga en sus personalímos films erotismo y sangre, lesbianismo, surrealismo, expresionismo y psicodelia, creando con todo ello unas atmósferas poéticas y enrarecidas, magnéticas y alucinadas, casi únicas en su género. El amanecer de los vampiros tiene todo ello y más: una banda sonora frenética y de lo más lisérgica ( podrían ser los Pink Floid en sus mejores tiempos, y no exagero ), un castillo decadente y oscuro, vampiras semidesnudas sedientas de amor y sangre, y unos diálogos buñelianos, delirantes y absurdos, que nos desubican contínuamente y no dejan de sorprender en el contexto de la película... Como todos los directores de culto, Jean Rollin no deja indiferente a nadie: o apasiona o espanta, o se le venera o rechaza... Nosotros, como buenos fetichistas e hijos de Satanás, os animamos a videar sus films sin complejos, desinhibidamente, y a gozar de las muchísimas sorpresas que guardan... Ideal para las más espesas y turbulentas resacas, y nuestra recomendación cinéfila para este sábado desapacible en la Tierra. v.
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