miércoles, 6 de febrero de 2008

BUKOWSKI: El Larra de las Alcantarillas. Por Alfonso Xen Rabanal.


por qué una vez llamé a bukowski el larra de las alcantarillas

nunca necesité la ayuda del viejo para hacerme una gayola... para cuando a mí llegó su palabra ya hace tiempo que me había leído gran parte de la literatura erótica, a Sade a Masoch, y mis once mil vergas buscaban once mil vírgenes que, como no existen, murieron todas menos una sobre el papel... ¿higiénico?... donde todavía agoniza la superviviente...
nunca necesité la ayuda de Hank para emborracharme... aunque siempre agradeceré al destino que su primer libro me llegase en una resaca, de las pocas que tenía entre tanta borrachera, en mi época de estudiante en Salamanca... poco antes de que a mi colega Chobo y a mí nos quisiesen echar del cine donde vimos Barfly gracias (supongo) al ciego que llevábamos...
pero estaba tan imbuido con Henry Miller que no impactó en mí lo suficiente y, tengo que confesarlo, fue un autor que necesitó un tiempo para volver a llamar a mi puerta... esta vez para quedarse...
lo primero que me llamó la atención del viejo no era aquello por lo que la gran mayoría de la gente se acercaba a él... a mí sus borracheras, sus polvos, no me decían gran cosa... y, en cierta manera, cuando se puso de moda en el ambiente universitario, me alejé de él... es decir: salí de los cafés y regresé a la tasca... lo mismo que me pasó con Carver...
no así con Céline, que nunca estuvo de moda en los cafés universitarios...
cuando en una borrachera, aguantando la chapa de unos de esos que iban de filósofos progres de colegio mayor salmantino, se me pidió mi opinión sobre Bukowski... entre porro y porro que gorroneé dilatando mi respuesta, mientras escuchaba sus pajas mentales, les argüí que estaban equivocados... que el viejo era un romántico al estilo de Larra... áspero, satírico... un Larra de las alcantarillas cuya patria chica son los bares y su república el hipódromo...
hoy no estoy en consonancia con esa definición de cerveza y hachís... pero sí, y me ratifico, con lo que quería decirle:
Buk no es una máquina de follar, pero sí de crear imágenes... una tras otra y cada cuál más fresca y auténtica... posee una visión de lo que yo denomino "las grietas del decorado" que es incomparable... y no se jacta gratuitamente de ser un profundo conocedor de la literatura, porque lo es, y lo es de la manera más auténtica y que tanto jode a los apoltronados en una cátedra: la autodidacta, es decir: con criterio propio...
también es un profundo conocedor de su tiempo y supo sacarle rédito... supo ser una estrella con voz propia aunque, a veces, se le acuse de velar sus referencias y posibles competidores... pero, ante esto, yo sólo respondo una cosa: Bukowski no plagió descaradamente, ni se hizo rico firmando y cobrando por las obras de otros, como la gran mayoría de las estrellas del rock que sí lo hizo con la música negra, con el Blues... y no por eso han dejado de ser venerados ni de hacerse ricos... Él, casi al final, tampoco nadie le pidió que lo hiciese antes, trazó un mapa de autores por el cual se guían todos aquellos que buscan otra opinión fuera de la academia...
yo ya había leído a Knut Hamsun, de crío, cuando me metí en un verano una colección de obras de premios nobel en papel biblia... joder, qué tochos de miles de páginas, tú... y ya Miller me recordó un poco a él, así como también otro de los grandes: Fante... existía un pequeño hilo conductor, casi invisible, en ese mapa que trazaba Bukowski, no sé, de apuesta por la vida, por la individualidad más allá del redil social... la apuesta por la ambición de crear una voz propia, vivir una vida propia, ajena a convencionalismos... la apuesta por uno mismo como escritor... por querer vivir por y para la escritura... sin tener que recurrir a chupar los culos de los parnasos... en la calle... en las alcantarillas...
Bukowski escribe desde la resaca... yo también... ¿qué es escribir desde la resaca?... para mí es un estado de liberación de la mente, en el que puedes soltar todo aquello que aún no ha sido digerido del todo por la razón y que mantiene la frescura, la espontaneidad de una imagen no del todo distorsionada por la otra visión ni decorada, enmascarada, por la Razón...
Pero, aún escribiendo desde la resaca, de manera aparentemente espontánea, que lo es, no deja de tener un poso que va más allá de la imagen, que se engarza con el interior, que te atrapa desde las entrañas... su ritmo, be-bop frenético, Blues, Rock... aunque sólo escuchase música clásica...
de la música clásica extrajo la visión de una obra completa, como una gran sinfonía de las que tanto habla... redonda, con sus fugas, su melodía principal... no exenta de caos, pero con un hilo conductor, con un orden que, visto desde la distancia... habrá de dar algún día una visión que, afirmo, diseñó desde un principio...
porque el viejo, esa es la tesis que aquí esbozo, parece que en una de sus borracheras tuvo una visión en donde diseñó su vida y tuvo la gran suerte de cumplir (vivir) con lo previsto... estoy seguro de que ninguno de sus pasos fue gratuito y de que aspiraba, aspira, a seguir dando la lata en la literatura por muchos siglos...
intuyo que, en su aparente transparencia (muchos lo acusan de eso), tocó temas que irán surgiendo en cada lectura... sí, de esos que tanto gustan a los críticos y que todavía no han visto... de esos que tanto indagan en Joyce y en Lezama... y así se descojona de ellos...

Alfonso Xen Rabanal, extraído de El blues de luz azul.

Ahí está el hermano Xen Vinalia, con su peculiar estilo y punto de vista, divagando entorno al abuelo Hank Chinaski. Continúa leyendo la entrada en su delirante blog marciano...Sin desperdicio !!! v .

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