cuando hemos descendido
a la mezquindad de aburrir a un muerto
a través de nuestra obra
y el reloj marca el fin definitivo
a estas horas
ya habrá que plantearse
escribir sobre lo que uno sabe
y no sobre lo que quiere saber
a veces es mejor callarse
y rehuir la urgencia
aun con ganas de hablar.
Enrique Cabezón, del poemario Dios cabalga los lomos de las muchachas ( El árbol espiral, 2005 ).
Kb, no podías faltar en nuestra resaca, y menos con un poema de un libro tan cojonudo con un título tan cojonudo como ese.
ResponderEliminarTus colaboraciones siempre serán bienvenidas, Un honor.
Patxi
Buscaba datos o escritos sobre la honestidad en la obra literaria y me he encontrado con este gran poema de casualidad y que tiene mucho que ver con el tema. No conocía tampoco al autor pero voy a interesarme por él.
ResponderEliminarVuestro blog es de lo más interesante, no es la primera vez que paseo por aquí ni será la última.
Anabel, la Cuentista
Hola chicos,
ResponderEliminarmuchas gracias a los dos por los comentarios, ya sabéis que tenéis todo a vuestra disposición.
Patxi (la semana pasada entregue lo de Barricada) me gustó mucho tu texto.