Un poema comprometido
Algún día escribiré
un poema muy triste
sobre aquellos poetas
que no saben muy bien qué escribir.
A mí tantas veces me sucede
y sé que es tan horrible
morder el lápiz hasta notar
la pintura negra y amarilla en la lengua,
y aun así no haber escrito ni una sola palabra…
Te dan ganas de hacerte un autor comprometido.
A esos nunca les faltan temas…
Da tanto asco el mundo que es bien fácil
sacarse una docena de versos
incluso un libro entero.
Pero los pobres y los obreros
me dan mucho más asco aún,
de modo que no puedo dedicarles mi canción
como hacen mis compañeros
tan alegremente, con
versos cortantes desde su buhardilla
muy bohemia salvo por el Mac.
Y reconozco que escriben poesía de primera,
y yo a veces la leo como leo a Hernández,
abrumado ante tanta belleza…
Unos versos así bien valen una guerra civil,
o Neruda y su canto general
la muerte de algunos indígenas.
Disculpen que sea tan falaz
así a primeras.
Es que me he sentado a escribir
sólo con ganas, sin un tema,
y he pensado en todos esos escritores
que no saben qué escribir
y dejan el folio en blanco.
Algún día les dedicaré un poema
triste
y desayunaré langosta.
Algún día escribiré
un poema muy triste
sobre aquellos poetas
que no saben muy bien qué escribir.
A mí tantas veces me sucede
y sé que es tan horrible
morder el lápiz hasta notar
la pintura negra y amarilla en la lengua,
y aun así no haber escrito ni una sola palabra…
Te dan ganas de hacerte un autor comprometido.
A esos nunca les faltan temas…
Da tanto asco el mundo que es bien fácil
sacarse una docena de versos
incluso un libro entero.
Pero los pobres y los obreros
me dan mucho más asco aún,
de modo que no puedo dedicarles mi canción
como hacen mis compañeros
tan alegremente, con
versos cortantes desde su buhardilla
muy bohemia salvo por el Mac.
Y reconozco que escriben poesía de primera,
y yo a veces la leo como leo a Hernández,
abrumado ante tanta belleza…
Unos versos así bien valen una guerra civil,
o Neruda y su canto general
la muerte de algunos indígenas.
Disculpen que sea tan falaz
así a primeras.
Es que me he sentado a escribir
sólo con ganas, sin un tema,
y he pensado en todos esos escritores
que no saben qué escribir
y dejan el folio en blanco.
Algún día les dedicaré un poema
triste
y desayunaré langosta.
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Me considero, a mi modo, poeta social, soy pobre y soy obrero... Con lo cual, el primer disparo de este mordaz poema va dirigido hacia mí... Y sin embargo, creo justo dar cabida en este blog a otras voces y puntos de vista, más aún cuando satirizan mi/nuestra propia estética... Debo dejar bien claro, pues, que no comparto en absoluto este discurso, pero no voy a ser tan ingénuo y cínico como para ignorar que existe... Así es que tal cual lo muestro. v.
Leete al fascista de Pemán, niñato, seguro que te inspira...
ResponderEliminarPues qué quieres que te diga, acabo de leer ese poema y me parece una mierda. Está claro que en este país se publica sin ningún criterio. No sé quién es Nacho Abad, pero acabas de convencerme de que nunca jamás me interesa saber quién es. No es que esté en contra de su discurso, que me da igual, sino que me parece un poeta carente de interés. Allá tú si te gusta.
ResponderEliminarPues a mí, proletaria y obrera también, una puta autónoma con ideología y cinismo (es compatible) me gusta el tono del poema. Me gusta el poema. Porque nadie se salva del cinismo de nuestra burguesía bien masticada. Me parece un buen poema. Un poema sincero. No se debe pedir mucho más a un poema: que sea estético, que sea comprometido. Y, lo siento, Nacho, tu poema es muy comprometido. Esas son las extrañas vueltas de tuerca de los poemas que se nos van de las manos. Dentro o fuera del redil. Yo, por mi parte, me deshago y me esfuerzo porque el redil no me aliene. Y aún así ¿qué es el redil?.
ResponderEliminarMe gusta ese poema que es bastante más comprometido de lo que aparentemente dice. ¿No será que te da vergüenza asumir que hay compromiso en tus letras?. El compromiso tiene muchas formas y es sano que se den todas. Y hablo desde el destierro al que me condenaron (je,je,je). Yo sigo comprometida y cínica.
Tío, el poema es jodidamente bueno. Hay gente que no conoce la ironía ni su propio nombre. Que les den por el culo a todos esos anómimos.
Ay, Vicente, me parece muy sano que saques este poema. Sabes que no se me ha permitido la disidencia desde dentro. Y si hay algo que detesto es que no me dejen opinar. Agitar siempre es sano, opinar, dejar que otros opinen. Odio la militancia gregaria. Detesto el aeróbic de izqdas.
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