De entre todos mis grandes ídolos, Tom Waits ocupa, sin duda alguna, uno de los primeros puestos en la lista. Le debo muchos de los mejores momentos de mi agitada vida y de mi educación sentimental, y ha estado también conmigo, desgarrándome el corazón por dentro, en los peores naufragios. Le dediqué en su día el libro de relatos Perro de la lluvia ( Iralka Editorial, 1997 ), homenajeando su memorable Rain Dogs, y aparece asimismo en muchos de mis otros poemas y cuentos. Encarnación del antihéroe, heredero de los beatniks, amigo de Burroughs ( que colaboró en su disco Black Riders ), lector y admirador de Bukowski ( Bukowski: Born into This, que reseñábamos hace unos días, sin ir más lejos ), fumador y alcohólico ( hasta no hace mucho ) empedernido y uno de los iconos del lado oscuro del sueño americano más entrañable y auténtico, se ha ganado a pulso el lugar que ocupa hoy en día y la admiración de todos los hijos de Satanás. Por él va en esta ocasión nuestro brindis. A tu salud, viejo: no te mueras nunca!!! v.
comparto la misma pasión... o más...
ResponderEliminarsigo esperando la visita de waits a españa... "Waiting for Waits"
y aprovecho para deciros que el blog del vinalia trippers continuará en octubre haciendo remembranzasss después del impasss veraniego.
y enhorabuena a todos los que colaboran en este blog. es estupendo!!
unos besales, silvia
Tom Waits, una voz rota y profunda. Una actitud coherente.
ResponderEliminarUn maldito con conciencia de músico bastardo de letras profundas y, en ocasiones, desafiantes. Waits no deja indiferente, esa es la pura verdad.
José Manuel Vara