sábado, 31 de diciembre de 2011

LA VERDAD por Jesús Esnaola.


Este año he notado al abuelo especialmente cansado. Confieso que me preocupa. No tiene mal aspecto físico, siempre lo he conocido con la cara surcada de arrugas y ese ligero encorvamiento que lo lleva a ensimismarse mirando al suelo como si temiera pisar mal. Parece más un problema de actitud, de tristeza, de carga invisible.

Como cada año en Nochevieja, desaparece de la sala unos segundos antes de medianoche, con la excusa de ir al baño. Nunca está presente durante las campanadas. Regresa cuando todos hemos brindado y gritado y besado a todo el que tenemos cerca. Y lo hace un poco más erguido, más sonriente, más ligero. Y yo, al mirarlo, recuerdo el día que el Trufas, en el cole, me dijo muy serio, y al oído, que los Reyes eran los padres.

Jesús Esnaola

http://frankensteinsupongo.blogspot.com/

POESÍA & MÚSICA: Hoy en León.


ARTES DE LA MANO

Músicos y poetas reclaman espacios abiertos para crear

Diario de León 30/12/2011

Un nutrido grupo de músicos y poetas de la ciudad convocan hoy al público, a las 19.00 horas, a un recital en el Laboratorio Social de León (antiguo Laboratorio Pecuario). Son en total 20 poetas y 6 músicos los que se unen con una lectura de poemas e improvisación musical a la reivindicación de espacios abiertos a la ciudadanía, donde se puedan mostrar y ejercer libremente distintas manifestaciones laboriosas y creativas.

El Laboratorio Social de León quiere ser un lugar de encuentro, un espacio alternativo y autogestionado para el intercambio de ideas, desarrollo de proyectos, aprendizaje y creación.

Sobre el Laboratorio Social de León, desde el que un grupo de ciudadanos intenta (experimenta, al fin y al cabo se trata de un «laboratorio») llenar de contenido social y cultural un edificio abandonado por las administraciones hace más de cuatro años, pende una demanda de desalojo.

Víctor M. Díez, Felipe Zapico, Toño Morala, Rubén Mielgo, Eloísa Otero, Silvia D. Chica, Toño Benavides, Rosario Granell, Vicente Muñoz, Abel Aparicio, Rafael Saravia, Alfonso Xen Rabanal, Jorge Pascual, Juan Carlos Pajares, Julio César Álvarez, Luis Miguel Rabanal, María Jesús Romero, Sock, Raquel Lanseros o Ildefonso Rodríguez serán algunos de los jóvenes que lean sus poemas.

En cuanto a los músicos que improvisarán durante el evento destacan Cova Villegas, Chefa Alonso, María García Cameselle, Javier Escanet, Gonzalo Ordás y Héctor Rodríguez.

La organización informa de que todos aquellos que deseen participar tendrán su espacio si así lo desean para recitar o hacer música.

jueves, 29 de diciembre de 2011

BEATITUD: Libro destacado de 2011.


Santi Hurtado | 26 Diciembre 2011

Un repaso de algunas de las obras literarias más destacadas de las publicadas en los últimos 12 meses.


Beatitud. Visiones de la Beat Generation
es el homenaje que 33 autores de dos generaciones distintas realizan a través de sus textos a una de las más influyentes generaciones de las últimas décadas: la Beat Generation. Relatos, vivencias, impresiones… Literatura de calidad al servicio de una generación que se convirtió para muchos lectores y escritores en la puerta de entrada a una nueva forma no sólo de leer, sino también de entender el mundo. Hoy nadie duda de que Kerouac, Burroughs, Ginsberg, Corso o Ferlinghetti son clásicos de la literatura moderna.

Ediciones Baladí. Selección y prólogos de Vicente Muñoz Álvarez e Ignacio Escuín Borao.

Textos de Carla Badillo Coronado, Patxi Irurzun, Ana Pérez Cañamares, Joaquín Juan Penalva, José Angel Barrueco, Carmen Beltrán, Uberto Stabile, David González, Carmen Camacho, Miquel Silvestre, Raúl García, Sergio Gaspar, Safrika, Nacho Abad, David Mardaras, Mario Crespo, Roxana Popelka, Eduardo Almiñana, Octavio Gómez Milián, Estelle Talavera Baudet, David Mayor, Pepe Pereza, Almudena Vidorreta, Lucas Rodríguez, Inma Luna, Diego Urizarna, Alfonso Xen Rabanal, Pablo Casares, Sonia San Román, Eloy Fernández Porta, Déborah Vukušić, Vicente Muñoz Álvarez.

AL OTRO LADO DEL ESPEJO: Hoy en Madrid.


NOS LLENA DE REGOCIJO, una vez más, ver un nuevo número de Al Otro Lado del Espejo enredándose por esos mundos virtuales, de la misma manera emociona mirar al tocho de ejemplares, una edición completa rezumando tinta; luego, no es menor, la satisfacción de respirar el característico y adictivo olor que emana del papel. Un nuevo número en su embalaje de cartón, recién salido de la imprenta, que nos vuelve a marcar la sonrisa; quizá, esta vez, con la sensación de que el gesto que curva suavemente la boca es más ancho que otras veces. No es por nada especial, somos así de gansos, nos gusta, si acaso, este presentimiento de resucitar número tras número después de que nos hayan aniquilado, una y otra vez, y otra vez más, nuestros detractores, que tener, los tenemos. Aquellos que nos tachan de falta de rigor y seriedad, y, posiblemente, no les falte razón, quizá porque el esfuerzo, la pasión, con los que hemos trabajado cada uno de los miembros del equipo AOLDE -unos más, otros menos, cada uno lo que ha creído conveniente, el que hace lo que puede, no está obligado a hacer más- desde el primer día en que nos embarcamos en este emocionante proyecto no ha garantizado nada; no obstante cuesta el mismo trabajo elaborar una gran revista, como una revista absurda, el mismo.

Ahora bien, lo que sí hemos podido garantizar ha sido la profundidad de la uña clavada en la carne del mismísimo compromiso. Aquel que nos marcamos el primer día, la primera vez que no reunimos los locos del sombrero, con el ánimo de mantener, número tras número, un sello de libertad e independencia; el exacto que nos ha caracterizado durante todos estos años; el que nos ha permitido dar a conocer a nuevos y jóvenes autores, sacar del ostracismo literario a otros tantos, a nuestro juicio, excelentes escritores; compromisos todos que han sido la razón de ser de esta plataforma literaria; manteniéndonos al margen de gurús, iluminados y otras mierdas -que haberlos haylos, y veces, como las setas, crecen donde menos te lo esperas- dentro del mundo del cuento, el género literario por el que hemos apostado sin remilgos desde un principio. Atrás quedó la época de los ilusos, el tiempo de ir mendigando, tocando todas las puertas, habidas y por haber, con la intención de encauzar un proyecto sin ánimo de lucro en beneficio de un objetivo común como era, ha sido, y es, el de dar a conocer este género literario; ignorantes, desconocíamos, que como en otros apéndices de la literatura, éste ya tenía sus particulares conventículos con los visionarios de turno. Así que, de nuevo, la vida rima: un motivo más de alegría, es el haber quedado al margen de esa mercadería.

Causa de júbilo es, también, el poder haber llegado, en plenas facultades, al final de una etapa, como se puede considerar este número 4, donde termina un período muy importante para algunos de los miembros del equipo de AOLDE; de la misma manera se inicia otro ciclo, con nuevos componentes, cuando menos, podemos asegurar, que imaginativo. Después de estos años AOLDE da por terminado un ciclo, que entendemos sugestivo, a la par que ambicioso, donde ha habido momentos mejores y peores. Sacando adelante, prácticamente con lo puesto, este proyecto literario que ha escrivivido dos números especiales, a cual más enriquecedor, y, añadiendo a la suma, los cinco números de aúpa de estos tres años de andadura, donde se ha atesorado la generosidad y el talento de más de 300 autores entre las distintas disciplinas que engloban esta revista; acrecentando la ecuación con la culminación de un libro colectivo (Narrando Contracorriente) memoria viva y guardián de la filosofía del mismo proyecto, y, de la revista Al Otro Lado del Espejo.

21 horas
Asociación Catorce Huertas
c/Huertas 14-1º-Izda.- Antón Martín
Presentación nº 4 de la RevistaAL OTRO LADO DEL ESPEJO
http://alotroladodelespejorevista.blogspot.com/
http://gsusbonilla.blogspot.com/

ENTREVISTA A FELIPE ZAPICO


FELIPE ZAPICO ESCRITOR

«La poesía no interesa porque obliga a la gente a pensar»

Bien podría acoger el Gran Café uno de sus tantos conciertos, pero hoy la música se convertirá en poesía de la mano del leonés Felipe Zapico, que presenta su última publicación ‘Balances Parciales’.

pablo rioja | león 29/12/2011

Líder en los años 80 del grupo de rock Deicidas, el leonés Felipe Zapico ha trabajado como actor, escritor y músico, «siempre desde la agitación cultural y bajo las banderas de la independencia y la irreverencia». Hoy presenta en la capital su nueva obra, Balances Parciales, un poemario hecho de poemarios que agrupa todo lo escrito desde Litros de versos, su anterior publicación.

—Dice que suele enfrentarse a la adversidad a golpe de verso...

—La adversidad siempre está pendiente de nosotros.

—Ya lo ha presentado en Extremadura y la acogida ha sido buena. ¿Qué espera ahora de su tierra natal?

—Bueno, siempre digo que con enganchar a unas diez personas por lugar me doy por satisfecho. De todos modos León siempre me ha dado mucho. Escribo para mí pero como aseguraba Gamoneda esta misma semana, una vez que la poesía se hace pública es de la gente y cada uno puede sacar mil vivencias diferentes de un mismo poema.

—¿En qué arte se encuentra más cómodo?

—No lo sé... Ahora mismo en la música y la escritura.

—¿Tan mala es la salud de la poesía en España?

—Sí, pero no te engañes, siempre lo ha estado por la sencilla razón de que obliga a la gente a pensar. En un país donde cinco millones de personas siguen a diario Sálvame no hay cabida para el pensamiento. La poesía está en la calle, en los bares, en el 15M. De hecho nunca ha habido tantos recitales como ahora.

—En León tenemos la receta para crear genios de este arte...

—Así es, no tengo muy claro si será cosa del agua, del chorizo curado o el frío... pero algo extraño hay. Bueno, en realidad cuando conoces otros lugares te das cuenta que también tienen grandes poetas.

—Está claro que ha sido muchas cosas en la vida pero, ¿qué no le gustaría ser jamás?

—Político o juez.

—¿Espera algo del nuevo Gobierno?

—No espero nada de nadie, pero tampoco lo esperaba con los socialistas.

—¿Le parecen bien los recurrentes recortes en Cultura?

—Te diré que no tengo muy claro yo que los poderes públicos deban actuar en la cultura, no al menos como lo están haciendo ahora mismo. Si acostumbras al personal a que todo se subvenciona, acaba por dar igual ver un espectáculo o no. Además los gobiernos tienden a beneficiar a ciertos sectores afines y a despreciar a otros que no piensan como ellos.

—Siempre ha sentido una atracción por lo prohibido...

—Es que no entiendo por qué demonios se tiene que prohibir algo. Encima ahora le sumamos el ‘políticamente correcto’ que no lo soporto. El siguiente paso será que nos pidan autoprohibirnos.

—Que un ilustrador del prestigio de Javier Zabala colabore en ‘Balances Parciales’ dice mucho del nivel de los textos...

—Para mí ha sido un auténtico honor trabajar con él. Conozco a Javier desde hace muchos años, recuerdo que cuando presenté Litros de versos en Madrid en el 2010 acudió al acto y me preguntó si podría hacerme algún dibujo. Quedé sorprendido y agradecido por igual.

—¿Cuál será su siguiente publicación?

El ladrón de peras, otro poemario con vivencias del día a día que verá la luz en el 2012.

CULT MOVIES: Cine en el Infierno.


Cult Movies es el nuevo libro de un escritor básico para entender la literatura alternativa española de los últimos lustros, el leonés Vicente Muñoz Álvarez. Poeta y novelista, pero sobre todo rockero, sus aportaciones, primero a través de los fanzines (el nunca suficientemente recordado Vinalia Trippers, que estos últimos años ha resurgido con más fuerza) y después gracias a sus distintos proyectos editoriales, ha logrado la reivindicación de lo pop (en su acepción popular), como un elemento válido e imprescindible de la cultura española. A través de microrreseñas aparecidas en el blog Hank Over (donde se recogían canciones, textos, noticias sobre el tributo a Charles Bukowski que Vicente Muñoz coordinó junto a Patxi Irurzun), el autor leonés ha construido un manual básico de cine al margen, estampas breves surgidas desde lo más profundo de sus entrañas. Un videado -tomando la expresión del autor, a través de una de las películas referenciales, La Naranja Mecánica- ordenado por fecha, donde Vicente Muñoz consigue, a través de la lógica transitiva, obtener las referencias de los realizadores y tirar de un hilo imaginario que genera una cosmogonía fragmentada de la contracultura. Desde los destellos pulp de la Nouvelle Vague hasta los excesos visuales del hippismo más tóxicos, las adaptaciones académicas de Edgar Allan Poe, el Giallo italiano o el fantaterror patrio, la mezcla con alto contenido en absenta y celuloide, permite un festín para el que busca historias en los márgenes del celuloide, en las sesiones dobles o en las machacadas cintas de vhs de alguna tienda de segunda mano. La lectura de Cult Movies nos permite recuperar clásicos olvidados de los años noventa -como la magnífica Drugstore Cowboy de Gus Van Sant- o del spagetti western más maldito -como Quiero la cabeza de Alfredo García del maestro Sam Peckinpah. Nos devuelve, y eso creo que es lo más importante, la pasión por el cine diferente, aquel que busca impactar, emocionar, que se queda atrapado en el ámbar del recuerdo.

Octavio Gómez Milián, en Artes & Letras (Suplemento del Heraldo de Aragón).

HOTEL DESAFÍO según Bacovicious.


A veces se me olvida que no debo mirar atrás,
por Bacø


Cierro las páginas de Hotel desafío y me pregunto:

¿Qué es ser rockero?

Ser rockero no es llevar una cazadora de cuero con las solapas levantadas, ni vestir la camiseta con el anagrama del grupo de moda serigrafiado en el pecho, ni siquiera dejarse llevar por el ritmo frenético de unas guitarras aporreando la mesa de un bar, ni hacer ondear una melena que llegue hasta el culo cuando suene Metallica.

Eso son poses, pero no significa que uno sea rockero.

Ser rockero es otra cosa. Tiene que ver con la música, sí, pero también con un sentimiento, con un estilo de vida. El rock se identifica con la protesta, con un estado de ánimo contrario al discurso del río de la vida. Ser rockero es ver el mundo de otra manera, es dirigir uno su propio destino, la mayoría de las veces contra el sentido general que marca la sociedad. Por eso el rockero sube y baja, alto y profundo como las mareas extremas. Por eso el rockero lleva gasolina en la sangre y vuela por carreteras a la búsqueda de fronteras que transgredir.

Arriba y abajo, tocando el cielo o quemándose en el infierno, acompañado de la música que siente su alma, de la pastilla azul con la que vibra y de la compañía que sea capaz de soportar tanto vaivén. Porque el rockero vive deprisa, a la espera de que llegue la maldición de los 27. Y, si supera esa cifra, vive deprisa sin importarle el futuro regalado. Vive deprisa y pocas veces mira atrás porque sabe lo que encontrará: nada.

Y eso es lo que cuenta Iñaki Estévez en este libro. Frazadas de historias plagadas de gasolina y fronteras, de amores que quedaron atrás, y de inmensos desiertos de soledad.
Si has llegado a Hotel desafío, sabes que el olor de la gasolina quemada y de la resaca es tu aroma, que 36 horas seguidas en la carretera es una pequeña cicatriz en el cuerpo y que los moteles son refugios que nunca se recuerdan.

Pero eso no es fácil, claro que no, vivir así. Todo lo que tiene valor cabe en el puño de una mano y si hay que seguir huyendo lo demás queda atrás. El precio, como no podía ser de otra manera, es la soledad.

El Hotel desafío de Iñaki Estévez está lleno de esos momentos de saudade, de melancolía y desesperanza, de desamor, de soledad. Cada una de sus historias, como temas de un álbum de rock, tiene su música, requiere una precisa canción. Y así hay que entender esta propuesta literaria, como mezcla de letra de canción y relato. Esa es la novedosa apuesta que Iñaki Estévez nos hace. Y por eso nos encontramos textos llenos de "frases-fuerza", ese tipo de frases que utilizan los compositores en sus canciones y los cuentistas en sus relatos para dejar noqueado al lector. Un ejemplo puede verse en el relato “Hotel Lee”, en el que me he permitido hacer lo que el poeta David González llama “la caza espiritual” y que no es otra cosa que entresacar esa frases-fuerza del texto (ver página 44) y con ellas compongo una buena letra de un rock, de un tema cien por cien rockero:

Siempre he sabido que no valgo demasiado (...) pero la misma mierda que corre por mis venas no es tan distinta a la tuya, (...) las cuerdas siempre listas para cambiar (...) Estar solo es estar más cerca de ti que nunca. (...) Puedo recorrer dos mil millas por un deseo, (...) estoy aquí, delante de mis sueños, (...) en Nashville, la ciudad de la música.

Y es que las citas previas a cada una de las historias, citas de músicos, escritores y actores, nos preparan para el futuro en el que el rock y la literatura se abrazan buscando más vida. Así, podemos encontrar en este libro la historia del borracho y bala perdida que cuenta con el encanto del perdedor (“Diario de un bebedor”), o la de la mujer que pasó por la vida del protagonista y lo engatusó, lo folló y se duchó después todo ello sin quitarse sus zapatos rojos con alto tacón (“Lady Misterios”), y nos hará pasar días y días y días en el carretera viviendo a la vez el sueño de que esa mujer que quedó atrás esta junto al protagonista, acompañándole en su viaje sin final hacia la soledad (“Un mar amarillo”). Cara o cruz, todo o nada, cruzar la frontera con la voluntad del suicida (“El juego de los idiotas”).

¿Cuánto estás dispuesto a pagar para cumplir ese sueño que anhelas?
Si la respuesta es TODO, éste es tu libro. Rock y vida, carretera y sexo, drogas y alcohol. Sensaciones al límite y límites que borrar.

Ser rockero es amar el viento de frente, encararlo con el rostro descubierto, sin apenas cerrar los ojos, plantándole cara al destino. Ser rockero es saber morirse en la soledad. Eso mismo nos ofrece Iñaki Estévez, un chico tatuado que vive en el Norte y cruza de lado a lado nuestras almas con sus historias.
Esto es todo, amigos.

Salud & rock´n´roll!

Esteban Gutiérrez Gómez, del blog Bacovious.

martes, 27 de diciembre de 2011

BALANCES PARCIALES: Presentación en León.


He cursado enseñanzas no regladas

acerca de las definiciones estéticas.

He aconsejado a diversos vagabundos

sobre su triunfo en los negocios.

He subsanado errores de bulto

en los paquetes.

He recorrido más de una milla

sin poder decirlo en quilómetros.

He sulfatado las ideas mohosas de varios filósofos, muertos,

y los capullos se han abierto desparramando lindos gusanos.

He recreado, en fin,

dos o tres películas viradas,

un par de jaulas de canarios,

cinco neumáticos recauchutados;

renunciado por ello a la presidencia del círculo católico de mi ciudad.


Felipe Zapico Alonso,
del poemario Balances Parciales.

Presentación en León: 29-12-2011.

2011, LA CONFIANZA DE LOS MERCADOS by Mario Crespo.


El mundo se ha convertido en una gran partida de póquer. Pasaron las Grandes Guerras y la Guerra Fría y también la guerra contra el terrorismo islámico. Entonces llegó la crisis de las hipotecas basura y se levantó la alfombra de las miserias para dejar al descubierto toda la porquería que el sistema financiero había acumulado durante muchos años. Por supuesto, gracias a la connivencia de políticos y organismos reguladores.

La primavera árabe y el movimiento de los indignados parecían buenas noticias. El pueblo despertaba. Pero, por desgracia, ha servido para poco: durante este 2011, el mundo se ha convertido definitivamente en una gran partida de póquer entre quienes mueven los hilos. Y poco importa lo que hagamos los espectadores de dicha partida...

Emulando a Céline, la cosa empezó así: los mercados compran deuda de los gobiernos y juegan con ella hasta el límite del peligro. Cuando llega la crisis, los gobiernos, paradójicamente, se ven forzados a inyectar dinero en el sistema bancario con el propósito de que occidente no quiebre debido a la avaricia de unos pocos; y así les pagamos sus vicios. Craso error. Porque finalmente, los mercados, aprovechando la inoperancia de los políticos, terminan por hacerse con el poder; especulan con el futuro de los estados como si estuviesen jugando una partida de Risk; venden deuda que ni siquiera han comprado previamente. Deuda que, por cierto, se puede comprar a crédito -cosa que los bancos no nos permiten a los ciudadanos-, con la esperanza de que algún estado caiga en bancarrota y unos pocos profesionales del póquer y los juegos de azar se conviertan en hombres más ricos de lo que ya son. En resumen, el sistema financiero no roza lo ridículo, es ridículo, y además carece de cualquier preocupación por el bienestar común; algo que, curiosamente, era la base del capitalismo original.

Y luego están las agencias de calificación, esas compañías tan amigables que emiten juicios que pueden hacer temblar los pilares de la tierra. En función de las calificaciones -es decir, opiniones- que las agencias otorgan a los estados, las apuestas suben o bajan, se envida a grande, a chica o a pares... Y por eso hay tanto interés en que la prima de riesgo suba: ya no hay guerras en Occidente, el pueblo vive cómodo -sobre todo el europeo, que tiene hasta seguridad social- y se distrae con la televisión. Por lo tanto, el sistema necesita un arma que genere riesgo e infunda miedo.

Hoy día, millones y millones de personas vivimos en vilo gracias a la codicia de unos pocos especuladores. 2011 ha traído un nuevo paradigma; éste es el mundo de hoy, una gran partida de póquer entre banqueros; la confianza de los mercados...


Mario Crespo, del blog El viento que agita la cebada.

HOTEL DESAFÍO: Presentaciones.


27 de diciembre Martes en DONOSTIA /
Le Bukowski / 20h30
(Junto al escritor navarro patxi Irurzun)

29 de diciembre jueves en IRUN /
Galería Espacio Por Favor / 20h30
(Junto con Chus García)

viernes, 23 de diciembre de 2011

FOREVER YOUNG

 


Aquí dejo, como aguinaldo (y también, como anzuelo, todo hay que decirlo, por si alguien todavía no se ha decidido a comprar "el libro de estas navidades" unas páginas de "Dios nunca reza"). Se las dedico, como en los programas de esos de antes de la radio,  a Jorge Nagore.


 
Sábado 6 de septiembre de 2008
 
Me ha pillado desprevenido, mientras conducía,   ha encontrado el hueco a través de la armadura,  ha pinchado en blando, y he comenzado a llorar como un tonto. Forever young, de Bob Dylan, en la radio. Ni siquiera sé qué dice exactamente la letra, a mí la canción me ha dicho que cuando dejas de ser un niño la vida sigue siendo un cuarto lleno de cajas por desembalar, pero que a menudo estas explotan en la cara al abrirlas, te dejan ciego,  te amputan las manos, o hacen que tú las sientas amputadas, que no quieras mirar hacia delante,  que tengas miedo a seguir abriendo cajas, a encontrarte dentro de ellas cadáveres despedazados, trozos de ti mismo; me ha dicho también que yo tengo una habitación llena de cajas, en una casa nueva, pero que ni eso, ni la mudanza cambiarán nada, no tendré ninguna sorpresa cuando las vacíe, me encontraré lo mismo que tenía antes; que, sin embargo, mis armas deben  ser la perseverancia, no ceder espacios a la sustancia gris y viscosa, que debo seguir combatiéndola, poniendo diques, leer un libro, escuchar un disco de vez en cuando,  escribir unas líneas cada noche, aunque me pesen los párpados, esté agotado y malhumorado, como ahora, sentir que esa es mi pelea, y que no me van a tumbar nunca, que  puede que esté equivocado, solo sea un boxeador sonado,  pero no me importa, seguiré siendo joven, por siempre joven,  si sigo peleando, aunque sea contra el viento.
 
Y he recordado también la última vez que escuché esa canción -tal vez esa ha sido la fisura que esta ha encontrado para herirme-,  fue en una proyección de diapositivas que nos hizo en el trabajo  Iñaki Otxoa de Olza, el montañero que falleció hace unos meses en el Himalaya. Le invitó un compañero, amigo íntimo del alpinista, un compañero que lo único que pretendía era que mi jefe se rascara el bolsillo, para la siguiente expedición de Iñaki (por supuesto, mi jefe no lo hizo, aunque luego, cuando él murió, se sumó al coro de plañideras y escribimos en la revista un artículo muy emotivo, mencionando los proyectos que el montañero tenía en mente -un artículo que ni siquiera escribió su amigo, mi compañero, porque lo acababan de despedir-).
 
El caso es que Iñaki nos habló de sus sueños, de lo que significaba para él la montaña, de los compañeros que había visto caer desde el techo del mundo, de las veces que él había estado a punto de hacerlo y cómo se había levantado. Yo le escuché con cierto desconfianza, nunca me ha atraído el frío, la nieve, el sufrimiento como superación, desafiar a la muerte por placer, cuando hay tanta gente que tiene que pelear por no perder la vida cada día. "¿Qué significan esos aros que llevas en las orejas, cada uno es un ochomil?" fue lo único que se me ocurrió preguntarle. Iñaki dijo: "no, en realidad no significan nada, simplemente me gusta llevarlos, sirven para definirme, para que determinadas personas vean que no tengo nada que ver con ellas", contestó. Para definirse, posicionarse, enfrentarse, ponerse en guardia frente a los enemigos... Esas eran sus armas.
 
Iñaki era un rebelde, sin nómina, ni hipoteca, que  eligió no solo su propia vida, también su propia muerte. Uno puede morirse, en realidad, de muchas maneras, muerto de asco a causa de un trabajo seguro pero que odia, muerto de soledad en mitad de una ciudad repleta de muertos, muerto de puta casualidad (un accidente, cualquier loco  que se cruza en tu vida...) un día cuando menos te lo esperas, muerto mientras observas  tus miembros, tu cabeza, tu corazón despedazados en varias cajas de cartón, sin saber que estás muerto... Iñaki murió muy cerca del cielo, o al menos muy lejos de la tierra, a 7.400 metros, en el Annapurna, y allá se va a quedar para siempre. Como quería.  La mayoría de las personas nunca podrán hacer esa elección, y probablemente yo sea una de esas personas, pero al oír Forever Young me he sentido -por una vez- orgulloso de mí mismo,  de no haberme rendido -y saber que nunca lo haré ya- de no haber dejado de luchar,   ni  de esperar algo mejor para mí y, ahora,  también para mis hijos; orgulloso de no haber bajado nunca la guardia, ni  arrojado la toalla para mis sueños, de no haberme apartado jamás de este camino, largo y tortuoso, pero que yo mismo he elegido y he trazado.
 

DIOS NUNCA REZA, Patxi Irurzun

TENEMOS QUE IRNOS por José Ángel Barrueco.


Sobremesa tras la cena
estamos los cuatro
él no ha llegado aún
noto inquietud y temblor

Mi madre dice:
tenemos que irnos de esta casa
La aceptación
en nuestros ojos
el temor a la intemperie
en nuestros corazones
el vacío en el alma
al saber que tu vida
se disuelve y muta

Decidimos marcharnos
pero regresamos
un año después,
o así, cuando a mi madre
él la sedujo de nuevo
cuando la convenció
con palabras envenenadas
de mentiras y falsas promesas

Cometimos el error de volver,
amigo, el error de confiar
en el beso de judas.


José Ángel Barrueco, del poemario No hay camino al paraíso (Ya lo dijo Casimiro Parker, 2009).

LA INVOLUCIÓN CÍTRICA: Prólogo.



La Involución Cítrica de Adriana Bañares son las crónicas de un tránsito, fragmentos de un juego del que no conocemos las reglas y, a pesar de todo, jugamos. Paisajes donde el microcosmos del bar como alimento del alma y la lírica de la habitación cerrada es el contrapunto perfecto para el descanso del espíritu. Todos buscamos llenarnos la boca para saciar el ansia que traen las guitarras eléctricas desafinadas y los cuerpos conocidos. Un libro que amalgama prosa y verso, en un desorden cotejado por la postmodernidad, de pop sangrante y veladas cansinas, construido bajo las directrices inmediatas que marca la red, nueva biblioteca de Babilonia, abierta, incontenible. El espectador, que contempla el devenir de las palabras, la mutación de la vida, tránsito perenne entre adolescencia y días grises, camina junto a la autora por las calles encharcadas y bebe apoyado en su misma barra, a unos pocos centímetros, mudo ante el torrente interno que se muestra pleno, arterial, salvaje. Los personajes que van apareciendo se vertebran sobre las puntas afiladas de la existencia, siluetas recortadas sobre un escenario de cartón donde la autora no da más guión que el devenir agotador de las jornadas, las anécdotas minúsculas que avalan nuestro libre albedrío. Carmen, Aída, Jaime, Carmen otra vez, Lorena, nombres inventados para gente que camina, hambrienta, zombificada. Colección de favoritas, como el disco de los Sencillos, si yo no puedo estar en tus sueños, por lo menos ven un rato a los míos.

Tú eliges las canciones, aunque en mi cabeza todas terminan sonando igual.


Octavio Gómez Milián, del blog Zaragota.

Título: La involución cítrica
Autor: Adriana Bañares Camacho
Editorial Origami
ISBN: 978-84-938996-7-7
Precio: 10€
Pedidos: contacto@editorialorigami.com

jueves, 22 de diciembre de 2011

ESTA ES TODA MI FORTUNA: Joseba Sarrionandia & La Banda del Abuelo.



Salud

Hemos subido a facebook el video: “Hau da ene ondasun guztia” (Estas son todas mis pertenencias) de La banda del abuelo, adaptando una letra sobre la soledad y la cárcel del poeta Joseba Sarrionandia, premiado innumerables veces por su calidad literaria y que vive en la clandestinidad desde su fuga de la cárcel de Martutene.

http://www.facebook.com/pages/la-banda-del-abuelö/111495188955579www.myspace.com/labandadelabuelo


ESTA ES TODA MI FORTUNA
Joseba Sarrionandia

Esta es mi casa
Esta es mi silla / mi cama
Esta es toda mi fortuna

La soledad y el silencio
mi única propiedad
Sobre agujas roñosas a miles
Mirada sin ventana

Un manotazo en el corazón
Esto es todo lo que poseo
Puedes decir que estoy muerto
Que estoy muerto

Esta es mi casa
Esta es mi silla / mi cama
Esta es toda mi fortuna

Saldré de este enredo
como salí de la madre
No poder abrir la puerta
Existe una tumba más estrecha?

Sólo al notar el parpadeo del ojo del funcionario en la mirilla
me doy cuenta de que estoy vivo


HAU DA ENE ONDASUN GUZTIA
Joseba Sarrionandia

Hau da ene etxea
Hau da ene aulkia / ohia
Hau da ene ondasun guztia

Bakardade ta ixiltasuna
Hau da ene jabego bakarra
Milaka jostorratz herdoildu aldean
Lehiorik gabeko begirada

Zafrada bat bihotzean
hauxe da nik dudan guztia
hilda nagoela esan desakek
hilda nagoela

Hau da ene etxea
Hau da ene aulkia/ohia
Hau da ene ondasun guztia

Amagandik irten nintzen bezala
Irtengo naiz endredu honetatik
Aterik zabaldu ezin eta
Ba dea hilobi estuagorik?

Funtzionarien begi kliskadek
Mirillan igartzean bakarrik
Ohartzen naiz bizirik nagoela

SIEMPRE LA AUSENCIA by Pablo Hasel.


Hay ausencias que dolerán hasta el fin,
sueño con el olvido pero para el poeta es imposible,
el recuerdo es una pesadilla que no despierta,
un insomnio que sueña con dormirse.

¿Qué le dirá mi cadáver al infierno terrenal?
Pienso en las maravillas que esconden otras galaxias
mientras ando por las mismas calles sucias y opresoras
de siempre.

Hay ausencias que te roban demasiadas madrugadas
y se empeñan en firmar tu epitafio
en el que simplemente quieres que no ponga nada
pues cada palabra que dijiste, fue, en el fondo
una despedida.

Lloras ante la inmensidad pero no tiene piedad
y queda mucho frío por soportar.
El misterio debe seguir,
pronto aceptaré, no sé como,
que el dolor constante de ciertas ausencias
forma parte de la partida amañada,
del gatillazo de millones de dioses ateos,
de esta noche esquizofrénica
poniéndome la camisa de fuerza
para que no pueda alcanzar
el camino donde la ausencia
se compensa con tu sexo.


Pablo Hasel, poema inédito.

http://www.youtube.com/user/PabloHasel

¿ALGUIEN DESEA UN CUERPO DE MUCHACHA POR TREINTA DÓLARES? por Baptiste Bleu.


¿Alguien desea un cuerpo de muchacha por treinta
dólares?
Está ahí mismo
En el interior de esa roulotte
Vamos caballeros no sean tímidos
Acérquense
Hay cuerpo de muchacha para todos.

Inacabado.
"poème abandonné".
Paul Valéry.


Baptiste Bleu,
del blog Je est un autre.