La pésima cantante puta
Negocia sus sesiones sin beneficios
(Sólo trabajo)
Mientras la cantante bella aúlla
Y tu madre cocina para los mulatos ricos,
Para los proxenetas de la calle cuarenta y dos.
Escúchate: estás sola
Y nadie del futuro regresará en tu ayuda.
Mañana conserva toda una cama para ti
Las sábanas quebradas te sostienen el pulso
La policía espera tras la puerta para morderte las venas.
El hospital hiede.
Nadie te quiere
Ni te ha querido nunca.
Puedes tumbarte ya, ahora,
Germina el momento de los huérfanos.
Este poema pertenece al poemario La sección rítmica, de Miguel Serrano Larraz (Zaragoza,1977), altamente recomendable, así como su novela Un breve adelanto de las memorias de Manuel Troyano (Eclipsados), un libro desternillante y valiente como pocos.
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