sábado, 26 de abril de 2008

DESPROVISTO DE ESENCIAS, por Rafael Saravia.


I

S


EÑORES:

En las aceras encuentro

cada rasgo de lo humano que os queda.

Las colillas se estremecen

de vuestros vapores,

la saliva llama a cualquier otro pie

y el calor de vuestros despojos

no perturba ni un ápice mi asfalto.

Escuche:

Ningún borracho me ha sabido bien en la piel,

ninguna mujer ha sido enteramente mujer,

y todos han probado el envés de mi persona.

Los instantes más lejanos se divorcian

y cumple sentencia el olvido.

Sólo mi suelo está libre de andarse.


Rafael Saravia, del poemario Desprovisto de esencias ( Ed. Renacimiento, 2008 ).

Creemos que la correspondencia "íntima", tan delicada siempre, ha desaparecido al tiempo que los buzones se han ido llenando de publicidad, facturas, sorteos fabulosos en los que hemos resultado ser los agraciados... Y comprobamos con desolación lo mucho que hay que hurgar entre el spam hasta dar con un remitente conocido. Pero las cartas al amante, al padre, al imprescindible enemigo, siguen escribiéndose, quizá de manera más apremiante que nunca. Tan sólo hay que buscarlas en otros lugares, con otros ojos: en muros, flyers, espaldas tatuadas, lazos y pañuelos virtuales, poemarios inéditos...
Desprovisto de esencias compila la correspondencia íntima y "selecta" de un autor que probablemente dejó hace mucho de estampar sellos, más preocupado -esto es seguro- del rigor de los mensajes que emitía que de su eventual recepción. Y el rigor, no sólo en la escritura, tiene siempre la misma consecuencia estética: la forma poética; y la misma reglamentación ética: la condensación y la exactitud consustanciales al poema.
Y como en toda correspondencia, también en ésta caben muchos géneros: el orden del día, el acuse de recibo, el parte de defunción; el resumen de gastos y cobros, de préstamos y deudas; la declaración de guerra y la bandera blanca. Así, cada uno de los poemas de este libro certifica lo vivido en los distintos órdenes en que se vertebra y consume una vida: el amor y la amistad, el placer y el trabajo, el dolor y la ambición, la memoria y el discurrir hacia la muerte. Nada más lógico que el autor, nuevo Herzog, concluya su tarea y se perciba desprovisto de esencias, que es tanto como decir libre de cargos o fuera de juego. Y acaso feliz.
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Alberto R. Torices

Presentaciones:
Día 4 de mayo, Feria del libro de Valladolid a las 12:00h, Presenta: Rut Sanz
Día 8 de Mayo, Instituto Leonés de Cultura a las 20:30h. Presenta: Tomás S. Santiago
Día 20 de Junio, Biblioteca Regional de Murcia a las 20:00h. Presenta: Fulgencio Martínez

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