domingo, 18 de noviembre de 2007

TOUCH OF EVIL

Oscura como la tumba donde yace mi amigo, expresionista y barroca, bizarra y malsana, insuperable en todas sus secuencias y planos y absolutamente moderna, Touch of evil ( Sed de mal ), de Orson Welles, es una de las obras maestras indiscutibles de la historia del cine. Desde el mismo instante en que comienza, con la famosísima secuencia del coche bomba en la frontera mexicana y la frenética banda sonora de Henry Mancini, hasta el revelador último plano, turbador y negrísimo, Welles nos hipnotiza y arrebata ( como diría nuestro querido Iván Zulueta ) e introduce en una mórbida trama de corrupción y desintegración moral, con contínuos contrapicados asombrosos, que conjuga magistralmente clasicismo y vanguardia, tradición y modernidad. Imagen y fotografía, interpretaciones, decorados y guión y música... todo en Touch of evil es perfecto y más negro que una noche de noviembre sin luna... Los que la conozcáis, volved a videarla ( no deja de fascinar ), y los que aún no la hayáis visto preparaos para una experiencia inolvidable... v.

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