Reivindico
no ser inteligente
y hacerme la tonta
ponerme abrigo en verano
y llevar descubierto el corazón
aunque arrecie un invierno bastardo y descontento.
Reivindico
mojarme cuando la lluvia cae
pertinaz y achaparrante
cuando todos regresan
al calor de sus hipócritas estufas
de llama ancha
de banda estrecha
de mugre de diseño.
Reivindico
subirme por las paredes
gritar, si alguien me aburre
y si se me para el corazón
cuando veo a un mendigo
con el muñón pespunteado.
Reivindico
a las putas que te dan calor
al músico que te ofrece la esperanza
a ése de otro color
que te guiña un ojo
repartiendo exotismo
con pícara intención.
Reivindico
al jorobado
al rastrojo
al chichón...
Al que bebe y levita
y se confiesa anónimo.
Vecino de este infecto mundo.
¡Qué bello es vivir!
no ser inteligente
y hacerme la tonta
ponerme abrigo en verano
y llevar descubierto el corazón
aunque arrecie un invierno bastardo y descontento.
Reivindico
mojarme cuando la lluvia cae
pertinaz y achaparrante
cuando todos regresan
al calor de sus hipócritas estufas
de llama ancha
de banda estrecha
de mugre de diseño.
Reivindico
subirme por las paredes
gritar, si alguien me aburre
y si se me para el corazón
cuando veo a un mendigo
con el muñón pespunteado.
Reivindico
a las putas que te dan calor
al músico que te ofrece la esperanza
a ése de otro color
que te guiña un ojo
repartiendo exotismo
con pícara intención.
Reivindico
al jorobado
al rastrojo
al chichón...
Al que bebe y levita
y se confiesa anónimo.
Vecino de este infecto mundo.
¡Qué bello es vivir!
Begoña Leonardo, del poemario No frenes la lengua de los pájaros (inédito).
Óleo: Astillas by Velpister.
Me gusta Begoña...
ResponderEliminarAbrazos.
Muchísimas gracias, v, además con Velpister abriendo camino, qué maravilla.
ResponderEliminarGran abrazo.
Javier, gracias por dejar tus palabras.
Un besito.
Impresionan las manos sangrantes sobre el azul.
ResponderEliminarEl poema de Begoña Leonardo, como siempre, pura fuerza.
Qué buena unión.