miércoles, 24 de diciembre de 2008

LA CARRETERA MUERTA según Xen Rabanal.

La verdad... no sé por qué animo al bueno de Gabi a que se meta en esto... a veces, pienso que no lo necesita, que es feliz con sus películas y la memoria de un superviviente nato, como pocos pueden decir...No quiero pensar que estoy haciendo eso de: si yo estoy jodido que todo el mundo se joda... pensamiento tan habitual en esta sociedad en la que vivimos...Creo en la comunicación y creo que esto de internet es bueno, sí... pero creo que cansa... que son demasiadas horas al día en estos mundos virtuales, algo de lo que la gente no quiere darse cuenta, que haces esto en tus momentos libres... que no ganas nada con esto...Pero creo que quien tiene algo que decir debe aprovechar los medios que están a su alcance para hacerlo... Lo malo es que hoy en día todo está plagado de peña que no ha vivido nada y que se cree con el derecho a tener de manera exclusiva la verdad... Y no... nadie tiene ninguna verdad... a lo mejor, algún día nos damos cuenta de que todos tenemos una parte de ella, y que todos los puntos de vista se pueden complementar en aras de esbozar una verdad que no excluye a nadie... Lo malo es que hoy en día todos los que se creen en posesión de la verdad la hacen excluyente...
Estoy hasta los huevos de ver, escuchar y leer a gente que no tiene nada que decir y se limita a divagar sobre aquello que no tuvo arrestos para hacer en la comodidad de una vida sin preocupaciones... hoy todo se hace en los invernaderos e internet puede que sea un invernadero donde crecen rosas sin espinas de semilla transgénica que no saben nada del estiércol...Pero la vida tiene espinas que taladran las venas las almas... la vida está entre la mierda en las calles donde todos los días se negocia con la muerte...De los invernaderos surgen clones sin esencia que sólo son estética sin fondo, sin contenido...Y gente como Gabi, quizá no tengan esa estética socialmente aceptada ni la busque jamás... Él no esconde su sonrisa demacrada por la droga que no apagó el brillo en los ojos de un superviviente pese a todos, pese a él mismo... él tiene ilusión, muchas cosas que contar y lo hace y no veas cómo lo hace, tú... al mejor estilo celiniano...
Hablaremos y mucho de su libro publicado por Eclipsados: La carretera muerta...

Hoy sólo quiero decir que las verdades tardan mucho tiempo en gestarse, mucho más de todo ese tiempo ficticio en el que vivimos donde todo se quiere ya, hasta la palabra...

En este mundo que crece en las réplicas de laboratorio, de invernadero, de criaderos asépticos donde nada recuerda, sólo el nombre, a lo que en esencia fue lo original... todavía queda gente que tiene la palabra en las venas y sabe que la palabra se forja a veces a través de muchos años porque en su palabra está inscrita una época que él apuró hasta sus últimas consecuencias...

la vida tiene muchas espinas, niñato de laboratorio... y para contarlas te las tienes que comer todas... una a una...

y sobrevivir para ello... para contarlo...

no sé, decía, si hago bien en animar a Gabriel Oca Fidalgo a adentrarse en estos mundos de disfraces donde todo bulle y nada eclosiona... no lo sé... acaba quemando...

lo único que sé es que no se puede privar a nadie de la oportunidad de poder beber de las fuentes originales... las que en su análisis o disección empírica o de laboratorio demuestran que llevan en su alma todos los componentes perniciosos que esta sociedad intenta maquillar...

y Gabi lleva en sus venas, y lo saca en sus palabras, la puta verdad de una época en la que todo el mundo miró hacia otro lado... aun en los entierros de sus hijos...

Alfonso Xen Rabanal, de Crónicas para decorar un vacío.

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